Oro negro, diamantes negros, perlas, nada es demasiado bueno para evocar, describir o captar todas las sutilezas de la trufa, un precioso hongo que desde hace siglos se compara con la alta joyería. Sólo faltaba un joyero y un estuche a medida.
El mundo de la trufa sigue siendo un gran desconocido para la mayoría del público en general, que no ha tenido la oportunidad de acercarse a esta joya gastronómica.
La trufa es uno de los alimentos más codiciados dentro de la cocina. ¿Por qué? Porque es un hongo exclusivo que solamente crece en muy pocas zonas y durante un espacio de tiempo limitado. Esto hace que la trufa tenga una estacionalidad marcada y que además tenga que ser rápidamente usado, pues también es altamente perecedero. Además, hay que tener en cuenta que solamente existen unas 30 variedades de trufas comestibles.
Entre las variedades de trufas comestibles que hay, dos son con diferencia las más apreciadas culinariamente: La trufa blanca y la trufa negra. Siendo la trufa blanca la reina de las trufas por sus características únicas.
Cualquier variedad de trufa (trufa blanca, trufa de verano, trufa negra) tiene un precio de mercado que además de elevado, fluctúa demasiado en dependencia de la maduración, de la fecha en la que ha sido recogida o de las condiciones meteorológicas de la temporada que dictaminarán la existencia de más o menos ejemplares de trufa. Una misma variedad de trufa puede variar demasiado de precio (así como de sabor y aroma) en el espacio de un simple día.
También es una pieza codiciada por la infinidad de posibilidades culinarias que ofrece. Para empezar, si bien es cierto que la trufa fresca solo está presente durante una temporalidad concreta, cualquier chef (o incluso cualquier particular) puede encontrar otros formatos de trufa (conserva de trufas, aceite de trufas) fuera de temporada a un precio más económico y pudiendo obtener también unos resultados asombrosos. Así como también hay que tener claro que con una porción minúscula de trufa fresca se pueden conseguir unos resultados increíbles.
Sin duda alguna nos encontramos delante de un alimento que poco a poco se va abriendo paso en todos los mercados mundiales gracias precisamente a que se están encontrando soluciones más económicas. De hecho cada vez son más frecuentes las ferias y certámenes relacionados o donde tiene participación la trufa.